A mi manera

No estaba teniendo un buen día, así que cogí a mi puta y le até su cadenita a la polla y me lo llevé a dar una vuelta. Fuimos a un club donde había muchas chicas guapas y algún guapo también. Busqué un sitio tranquilo para sentarme mientras miraba a la gente que había. Había un chico muy mono que me miraba, yo lo miraba a él. Me puse a acariciar a mi puta, me lo imaginaba atado de pies y manos mientras me follaba a ese chico delante de él. Mi puta estaba ajena a mis pensamientos, me acariciaba la pierna suavemente. Yo le acariciaba las mejillas y le miraba esa boquita que me enloquece. Me abrí de piernas mientras mi puta trataba de subir su mano por mi muslo. Se le empezaba a poner dura.

No puta, no me vas a tocar el coño. Le di un bofetón. Retiró su mano y me miraba suplicante. Le volví a pegar. La verdad es que cuando gira su cara al darle una torta hace que me ponga a mil. Me acerqué a su cara y le lamí la oreja antes de susurrarle al oído que además de mi puta iba a ser un cornudo. Me fui hacia el chico y empecé a tontear con él. No me fue difícil, un par de sonrisas, toqueteos de brazos, toqueteo casual de pezones, un mirarle fijamente mientras me humedezco los labios,... ya sabéis fruslerías para embelesar. Le dije al chico que me acompañase al fondo, habían unos sofás cómodos. Miré a mi puta y le hice un gesto para que viniese. Él vino y el chico se quedó un poco confundido. ¡Es mi puta! le informé al chico mientras sacaba un gag del bolso y se lo ponía a mi putita. Mi puta protestó. Miré al chico a los ojos, puse mis manos en el cuello de su camisa mientras me acerqué a darle un lametón en la cara, sonreí y le arranqué los botones de la camisa que rodaron por el suelo. Con esa camisa até las manos de mi puta. ¡Chúpale la polla! cogí a mi puta del pelo y lo lacé a la polla del muchacho atado como estaba. Se la chupó sin dudar y es que es un vicioso.

El chico gemía y me miraba. Yo tenía sujeta la cabeza de mi puta mientras le comía la polla y le marcaba el ritmo. Cuando vi que el chico se iba a correr aparté a mi puta de su polla. Si te corres ahora no me sirves, le di un bofetón al chico que empezó a tocarse con desespero. Tu has venido aquí a hacerme de consolador, aparta esa mano de la polla. Lancé al chico encima del sofá y me subí encima para meterme su polla delante de mi puta. Le agarré el pene y me lo empecé a meter poco a poco mientras mi puta miraba con una gran erección. Me puse a gemir mientras me la metía, la verdad es que tenía una buena polla. Estaba tan mojada que entraba sin dificultad, movía sus caderas con fuerza, le tapé la boca con una mano mientras con la otra le retorcía con fuerza un pezón. Estaba apunto de correrme, mi puta estaba suplicante por poder tocarse, le dejé rozarse contra el sofá la polla mientras yo me corría y gemía. El chico se corrió dentro de mí, su semen chorreaba mis muslos, me levanté y le hice limpiarme el coño a mi puta, le hice tragarse toda la lefa que bajaba por mis muslos y salía de mi coño. Su lengua no dejó ni un centímetro por limpiar. Muy bien puta, así me gusta que hagas las cosas a mi manera.

 

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