No estoy hecha para el campo

 

Había ido a pasar unos días a una granja, estaba cansada de la ciudad, del humo, el ruido, la contaminación,... necesitaba paz. Me llevé ropa cómoda porque para ordeñar vacas no hace falta ir de Chanel, pero la lencería es otra cosa, me llevé lencería fina porque nunca se sabe quien te la puede lamer. Nada más llegar me fijé en un muchacho fuerte, moreno, de grandes brazos y buen culo. Era el granjero y monitor de algo, no me enteré porque le estaba mirando el precioso culo que le marcaban los jeans. El chico me preguntó si me apuntaba a pasear en caballo. Lo miré de arriba abajo y asentí. Claro guapo, podría montarte a ti. El chico se lo tomó a broma y se rió. Me preguntó si quería ordeñar vacas, asentí también. El ordeño se me da fantásticamente. Normalmente ordeño cerdos. Él se rió y dijo que no se ordeñan los cerdos. Me reí. Ya te lo enseñaré. Luego me habló de que también cogeríamos huevos. ¡Mira eso se me da mejor! y le sonreí. Sus ojos verdes eran preciosos aunque sus pectorales me llamaban más la atención. Después de apuntarme a todo lo que proponía el granjero fui a mi habitación. Una chica muy simpática que resultó ser la hermana del granjero me llevó a mi cuarto. No estaba mal, tenía baño, estaba limpio y habían cuidado la decoración. 

Ese día lo tuve completo, ordeñé una vaca mientras miraba de forma sensual al chico. Busqué los huevos de las gallinas, mientras apretaba un huevo en mi mano y lo rompía con la mirada clavada en los huevos del granjero. Cortamos unos tomates de la tomatera y alimenté a unos cerdos. Todo al final eran cosas familiares. Estaba entretenida pero lo cierto es que no estoy hecha para el campo. Éramos pocos los huéspedes pero la verdad es que eran de lo más variopinto. Un chico delgadito, claramente gay que se comía al granjero con los ojos, una pareja de enamorados y un grupo de rock que estaban de gira.

Después de un par de días el granjero ya no disimulaba su interés hacia mí. En el paseo a caballo me hice la tonta en apuros y él vino a rescatarme, todo un caballero. Me subí con él en el caballo y me apreté a él. Acaricié su pecho y mis manos fueron bajando despacio hasta su polla, la agarré bien fuerte mientras los dos trotábamos entre el trigo. Al llegar a la granja me agarró para empotrarme. Le di con la fusta del caballo. ¿Qué haces? le volví a pegar en el culo hasta marcarlo bien. ¿Crees que soy una a la que follas y ya está? Él lo negó. ¡Ven conmigo! y me siguió a la habitación como un perro. Me quité el vestido dejando mi cuerpo casi desnudo a la vista. Él quería acercarse así que la fusta me venía bien para mantenerlo a raya. Le di unas botas mías de látex y le dije que se las pusiera. Se desnudó en un instante, luchó para subirse esas botas, pero al final lo logró. Bien, ahora esto. Le lancé mi vestido rosa y se lo puse, pero seamos sinceras, a él le quedaba peor y además más corto. Acaricié su culo con la fusta despacio, él estaba deseando ser azotado, lo notaba en su mirada. Movía el culo esperando los golpes. Me puse mi lencería sexy, creo que ya era el momento de usarla. El granjero me miraba con deseo y a cada paso q daba por acercarse le daba un fustazo. Me subí encima de él y saqué mis esposas para atarlo a la cama. Su polla estaba dura y cada movimiento que yo hacía él estaba más cachondo. 

Todo esto estaba siendo muy convencional y yo necesitaba innovar, le puse las esposas y me lo llevé de allí. Caminamos entre los campos hasta llegar a una valla. Lo até a ella y le metí su polla por uno de los agujeros. Así atado cualquiera podría follarte, lo sabes ¿no? Me agaché y le mordí ese culo precioso. Él gemía y me pedía más. Me acerqué  y me encendí un cigarro mirándole, sin tocarle, solamente echándole el humo a la cara. Entonces sabes que cualquiera puede follarte, cualquiera. Él asintió, deseando que cualquiera se lo follase. Vi a lo lejos al chico delgadito y le grité. Vino corriendo, era como si oliese el culo del granjero. El granjero se puso nervioso y forcejeaba. Mira guapo, ¿ves este culo? Es para ti. El chico no se lo podía creer y sacó su polla mientras yo echaba el humo de mi cigarro a ambos. Metió la polla en el culo del granjero poco a poco mientras en granjero me miraba. Entre la alambrada metí mi mano. Mira voy a ordeñar un cerdo. Empecé a pajearle mientras el otro embestía su culo jadeando. El granjero tenía su cara estampada contra la valla y gemía mirándome a los ojos. !Córrete ya! y dí un azote al follador de culos para que se corriese. En cuanto notó su culo lleno de lefa el granjero soltó toda su leche. ¿Ves guapito? así se ordeña a un cerdo.

 


 Lencería: [ CONSENT ] Lina Bodysuit Fatpack - @Uber

Poses: [:studiOneiro:] Lola BENTO set (3 poses individuales con valla y esposas) - @Fetish Fair

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