Demasiado trabajo

 

Tenía muchos encargos laborales y lo que había empezado como algo puntual por mi falta de liquidez, se había convertido en algo que ocupaba la mayor parte del tiempo. No hablo de mi vida de instagramer, si no de mi nuevo trabajo de sicaria. Me habían encargado un trabajo en una gran ciudad. Esta vez el objetivo era un gran empresario, con mujer, hijos, nietos, vida social activa y muchas amantes. Le gustaba practicar deporte, era adicto al trabajo, a las mujeres guapas y al tabaco. Apreciaba el buen vino, la buena música y se las daba de entendido de arte, aunque sus conocimientos en esta materia eran más bien básicos, sabía lo justo para impresionar a las que tienen una copia de Los girasoles de Van Gogh en la cocina. El trabajo no iba a ser difícil, tenía rutinas parecidas todos los días. Tenía varias amantes fijas a las que iba viendo según el día de la semana. Dormía en casa, vida familiar los domingos, tenía perros y aprovechaba para dar un paseo con ellos y sus nietos el domingo por la mañana. Se  conservaba muy bien para su edad y para llamar su atención debía impresionarlo con alguna posibilidad de inversión, mujeres hay muchas, negocios rentables menos.

Conseguí una reunión con él y sus asesores para hablar de unos supuestos proyectos. Iba a ser algo sencillo, yo soltaba mi anzuelo y ellos picaban. Tenía todo listo, me habían preparado un proyecto hecho a su medida, nada podía fallar.  Para entrar en el edificio tuve que pasar varios controles de seguridad por lo que no podía llevar el arma encima. No sabía quien era, pero tenía a alguien que me ayudaría desde dentro. Habían dejado un arma cargada escondida en el aseo de esa misma planta. Nada más subir pasé a por ella por si acaso. Pero yo iba a hacer un trabajo limpio. Me había aficionado a los venenos que no llamaban tanto la atención. Nada más entrar en la reunión mi mirada se cruzó con la suya, era mucho más atractivo en persona. Nos saludamos dándonos la mano, su mano era cálida y la apretaba con firmeza. Una de sus asesoras era su amante y aunque trataban de disimularlo era evidente que había algo entre ellos. Me sonrió invitándome a sentarme. Yo le devolví la sonrisa y la asesora empezó a ponerse celosa por nuestros cruces de miradas y sonrisas. 

Empecé a explicar con bastante entusiasmo mi proyecto, parecía que ya los había convencido cuando la amante empezó a preguntarme datos que yo desconocía. Como podía iba saliendo del paso. Me apoyé en la mesa cerca de ella poniendo mi mano en su hombro. Que suave la camisa, le dije mientras acariciaba su espalda. Él en ese momento tuvo que imaginarse una escena erótico festiva entre los tres. Le sonreí y él me devolvió la sonrisa. Había algo que me atraía de ese hombre pese a que era mucho más mayor que yo. Después de varios roces con la celosa y varias caricias a sus piernas, ella estaba menos preguntona y él más interesado en mí. Quería saber más de mi así que me invitó a cenar. Bien, esa sería mi oportunidad. La celosa se apuntó a la cena, era de esperar. Salimos de allí para ir al restaurante. durante el camino nos comíamos con la mirada, me lo quería follar con o sin celosa. En el coche me subí un poco las medias y los ojos de él ya no miraban otra cosa que mis piernas. Rocé su muslo despacio mientras lo miraba fijamente. La celosa se puso nerviosa y me iba a montar un numerito. Apreté los muslos de la celosa y la besé. Ella me devolvió el beso y empezamos a enrrollarnos los tres en la parte de atrás de su coche. Al llegar al restaurante teníamos un reservado a nuestra disposición. 

Nada más llegar desnudé al hombre y até  a la pata de la mesa a la celosa con su corbata. Le hice separar las piernas y le acariciaba el coño con la punta de mis zapatos mientras agarraba la polla del objetivo. Me rocé con su polla mientras la celosa estaba en el suelo cachonda perdida. Me empecé a meter la polla del hombre mientras miraba a la chica rabiosa y deseosa de tener una polla en su coño. Todo iba genial hasta que la muy zorra empezó a gritar para que la soltáramos. Estaba gritando demasiado pero nosotros estábamos tan cachondos que no parábamos de follar. Estaba a punto  de correrme cuando me percaté que esa zorra estaba armando demasiado ruido. Le dije que se callara  varias veces pero seguía gritando y diciendo que la teníamos secuestrada. Fui a coger del bolso cinta aislante para taparle la boca pero se cayó la pistola. Todo se precipitó. Disparé a la zorra en la cabeza y al objetivo en el pecho. Él vino hacia mi y volví a disparar varias veces hasta que cayó al suelo. Ahora tenía que salir de ahí sin ser vista necesitaba un plan, así que me senté a fumarme un cigarro y a pensar en como podía salir de ahí con dos cadáveres en el suelo y sin ser vista. Tengo demasiado trabajo así que parar cinco minutos siempre se agradece.

 


Vestido y lencería: [ CONSENT ] Kelly Dress *fat pack* (en 8 colores) - @Anthem Event

Pose: [PosEd] - Bad Habit (con sillón y cigarro)

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