Si estás sucio yo te limpio


Iba de compras, cogí mi coche y me puse a conducir, como las tiendas estaban tras unos campos pensé que era buena idea acortar y cruzar todos esos terrenos sin carretera, total es sl ¿qué puede pasar? A la primera de cambio se me quedó atascado el coche entre unos arboles y un terreno con seguridad. 

Había mucho barro, muchas plantas y muchos prims. Me mandaste un mensaje, que oportuno. ¡Ven! te dije y tu viniste. ¡Mira que me ha pasado! te señalé las ruedas sentada en el capó del coche. Me miraste las piernas cruzadas y después las tetas. 
- ¡Mira las ruedas no mis tetas! - te bajé la cabeza con mi mano. Estabas limpio, el pelo algo mojado, te acababas de duchar. ¡Quítate la camiseta! voy a subir al coche y tu vas quitando el barro de las ruedas - me apoyé en ti para bajar del capo.

No te negaste, te quitaste la camiseta rápido y empezaste a quitar el barro de las ruedas, no arrancaba, tu seguías. Trataste de mover el coche, te metiste en el terreno con seguridad, te echó, volviste, cada vez estabas más sucio, más guarro. Tu seguías tratando de sacarme de allí, yo sentada te miraba. Tu culo al agacharte se quedaba en pompa, ufff... que culo, encendía un cigarro tras otro mientras veía tus músculos tensarse y hacer fuerza contra mi coche. Al final lo sacaste. Tiré el cigarro. ¡Sube! y subiste.

Paramos en el primer bar que vimos para limpiarte, tu aspecto algo animal, sudado y guarro me daba deseos de poseerte, tienes que follar bien. Entramos y había poca gente, ni nos miraron, el camarero estaba dándose el lote tras la barra con un chico guapo. ¡Desnúdate! te desnudaste. Me encendí otro cigarro mientras te miraba en silencio, no había mucha luz. Tu piel era suave tras esa capa de barro. ¡Lávate! te lavaste pero bastante mal, seguías lleno de mierda. Me acerqué a ti y te cogí del pelo, con fuerza te llevé al espejo para que vieses lo guarro que eras, ni sabes limpiarte bien. Asentiste, la situación te ponía tan cachondo como a mí. Te empujé hacia abajo con fuerza.

Me miraste desde el suelo un poco cachondo, te dije que me quitases la falda, me la quitaste. Me bajé un poco las bragas y te dije que terminases de hacerlo tu con tu boca, lo hiciste. Tiré las bragas lejos y me acerqué a ti. Podías oler mi coño, te agarré las manos con fuerza sobre tu cabeza. ¡Eres un cerdo, ni sabes limpiarte! Estabas desnudo en el suelo y abrí mis piernas sobre ti. 

Me excitó verte tan guarro en el suelo sucio del aseo, contra la pared y sujetando con mis manos las tuyas. No pude evitarlo, te quise limpiar, quise que supieses que ese culo y esos músculos eran míos. Abrí mis piernas y empecé a llenarte de mi, cayó un gran chorro sobre ti, sobre tus piernas, salpicó todo, tu pecho, mis piernas, mis botas. Al acabar te miré, estabas sucio lleno de mi lluvia, eso me puso cachonda. Te subí a mi coño y lo empezaste a lamer, metías tu lengua en él y lo succionabas. Yo empujaba tu cabeza contra mi coño, mis manos se enredaban en tu pelo y lo agarraban fuerte. Lo hiciste bien, me corrí y nos lavamos como pudimos. Al salir nadie se había dado cuenta.

Cogimos el coche y nos fuimos a una playa, no era plan de ir de compras así.




Comentarios

LO MÁS VISTO