He venido a quedarme

 Me habían recomendado una obra de teatro, decían que los actores estaban muy bien y que además se guardaba cierta distancia. Aunque en nuestro mundo sea inmune, no estaba muy convencida de ir a verla. Me acerqué al teatro, pero no sabía muy bien a que había ido, no quería comprar las entradas, no quería entrar, solo quería ver la gente que entraba y salía de las funciones, sus caras, sus comentarios. Había una cafetería al lado, entré y me pedí un buen café cargado sin azúcar y sin nada, me gustan las emociones fuertes. Tenían un par de mesitas altas  en la entrada, así que salí con mi café y me puse en una de ellas cerca de la puerta del teatro a tomarme el café acompañado de un cigarro y escuchar los comentarios de los que pasaban por ahí.  Me gusta escuchar a la gente cuando nadie piensa que les escuchan, saqué mi bloc rosa (claro está) y empecé a hacer dibujos sin sentido mientras oía la conversación de un grupo de amigos. Dibujo fatal pero me entretiene mucho. Pasó un chico y se quedó mirando pensando que iba a encontrarse con un Picasso, al ver mis garabatos sin ninguna gracia se me quedó mirando. Supongo que le sorprendió que dibujase como un niño de de tres años. 

¿Que miras le pregunté? él se retiró un poco avergonzado. No sabía que decir, no podía alabar mis dibujos que eran claramente una mierda. Miraba lo extraño que es ver una mujer como tú sentada dibujando en mitad de este gentío. Había salido medio airoso de la situación. ¿Y exactamente a que te refieres con lo de  "a una mujer como tú"? me quedé mirando fijamente a sus ojos, eran tan grises como ese día. Una mujer sofisticada, dijo. ¿Solo dibujan las que van con rastas? le pregunté dando un sorbo a mi café. No, no, claro que no. Se acercó más el chico. Disculpa si te he ofendido. Sonreí. Puedes acompañarme si quieres, le ofrecí el otro taburete libre. Era guapo, alto, moreno, se intuía un buen paquete y aunque vestía algo hortera con ropa de adolescente cuando estaba claro que no lo era, tenía un algo que me gustó. Te acompaño con el café, voy a pedir uno. Lo miré fijamente. ¿Tu mamá te deja tomar café? Él se rió. Mi mami hace tiempo que no me dice lo que tengo que hacer. Es una pena que no lo haga, le dije, debería aconsejarte la ropa. El chico se miró. No entendía que le pasaba a su ropa. 

Vistes como un niño, le dije mientras le ponía bien el cuello de la sudadera. Su cara y la mía empezaban a acercarse, notaba su respiración en mi rostro. Le miré a los ojos a escasos centímetros de su boca. Quizás es que necesites una mami que te diga como tienes que vestir. Pase mis manos por su cuello hasta sus orejas y las acaricié mientras acercaba mi boca a la suya. Su respiración se agitó y se lanzó como loco a mi boca. Se la comí despacio saboreando sus babas con las mías.Vino el camarero y le preguntó que quería al chico. El niño quiere un chocolate caliente, contesté antes de volverle a  comer la boca y echar mano a su paquete delante del camarero. Su polla se puso dura nada más notar mi mano en ella. Metí mi mano por dentro de los pantalones hasta llegara sus huevos. El camarero se puso nervioso y se fue corriendo. Le trajo el chocolate calentito y antes que él lo probase le quité la cucharilla. Cogí una servilleta de papel y se la puse como si fuera un babero, sonreí mientras le miraba. Él estaba confundido por toda la situación, pero se dejaba llevar. Llené la cucharilla y se la acerqué a la boca como haría una mami con su niñito y él la tragó. 

Le fui dando cucharadas de chocolate y la comisura de sus labios se iba llenando de él. Parecía un niño que se había comido una tableta de chocolate a escondidas. Acerqué mi lengua y lamí con deseo esas comisuras mientras comprobaba con mi mano como su polla se ponía dura. ¿Ves? nececitas una mami que te cuide. Él asintió. Sí, mami, cuídame. Sonreí. Estiré de la servilleta y me lo llevé al aseo de la cafetería. Mami te va a dar chocolate con leche. Vamos a por la leche. Entramos y me levanté la falda para que mi niño me comiese el coño. Se tragó mi flujo como un nene devorando una chocolatina. Me corrí en su boca echando mi flujo sobre él. Él estaba cachondísimo y no dejaba de beber de mí. Le aparté de mi coño y me subí las bragas. ¿Como te localizo? me dijo. Le quité el móvil de las manos y me lo guardé. Guapo, yo he venido para quedarme. Llámame esta tarde. Le pinté mi número en el brazo con un pintalabios y me fui con su móvil y mi coño lleno de flujo. Salí a la calle y pedí un taxi. Iba tan cachonda que ni siquiera me había metido por dentro las tiras del corset.



Outfit: [Baiastice]- Noah dress & Hells - @Uber Event

Pose: [:studiOneiro:] Laura BENTO set /poses/  HUD - (6 poses bento) @ Temptation Event

 

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