Encediendo la llama


A veces se nos van de las manos ciertas situaciones y lo que empieza siendo un grano de arena, acaba siendo un desierto con sus enormes dunas. Ese día me habían invitado a casa de un conocido, habían organizado una fiesta, dj's, bebida, chicos guapos, había de todo. Yo estaba ligando con un rubio que había. El chico no era ni guapo, ni feo, pero tenía buen cuerpo y además estaba aburrida. La música no me estaba gustando así que me centré en el rubio. Era una noche normal, en una fiesta normal, con gente normal. ¿Que podía ir mal? El chico resultó ser un muermo, me estaba dando sueño de escucharle. Le hubiera dicho que cerrase su puta boca, pero había prometido a la amiga que me había llevado que me portaría bien. Para huir del pesado del rubio me metí en el baño. ¡Tengo diarrea perdona! El chico puso un poco cara de asco y yo me encerré allí. 

El baño era feísimo, tenía unas cortinas en las ventanas que parecían sacadas del baño de mi abuela. Los sanitarios eran color rosa y en la tapa del wc había una funda acolchada de tela a juego con las cortinas. Era un atentado estético ese baño, en realidad la casa en general.  Me senté a fumarme un cigarro para disimular. Mientras fumaba vi una hilera de hormigas que iban de la ventana hasta la puerta del baño. Abrí el armario y vi que tenían productos de limpieza. Yo no entiendo de esas cosas así que empecé a mezclar productos, me estaba ahogando. Dejé el cigarro encendido en el lavabo mientras iba a abrir la ventana. Me ahogaba. El cigarro se cayó y empezaron a arder las cortinas. Salí de allí corriendo y cerré la puerta. De repente una explosión. Fuego, llamas, humo, gritos. No recuerdo nada, solo que me ahogaba. Creo que me quedé inconsciente. La había liado parda.

Cuando abrí los ojos un chico me apretaba el pecho, me metía aire en los pulmones. Estaba mareada, ¿me estaría besando? ¿que me estaba haciendo?. Pues trataba de sacarme, su traje brillaba en la oscuridad entre las llamas. Lo miré a los ojos. Me hablaba pero no entendía nada, sus ojos azules se clavaron en los míos. Estaba confundida, me cogió en sus brazo. Mi ropa estaba quemada, solo oía sirenas, gritos. Me cogió apretándome entre sus brazos, su cuello me pedía ser mordido. Me estaba quemando y ese bombero solo encendía mi llama. Me agarré fuerte a él hasta que salimos de ese infierno. Justo cuando salimos se oyó una gran explosión y la noche se iluminó con las llamas de esa casa. Mientras el negro de la noche se teñía de rojo yo acerqué mi lengua a su cara y se la lamí. El bombero me miró sorprendido, estaba cachonda perdida. Sería el fuego, sería la inconsciencia, sería el mareo, pero ese bombero encendía mi fuego. Me lancé a su boca y se la comí, no me soltó. Le pasé la lengua por su oreja, le chupé el lóbulo como si fuera una minipolla. ¡Apaga mi fuego! le susurré mientras notaba como su polla crecía a cada roce. 

Nos alejamos un poco, él debía volver pero estaba tan cachondo que nada más bajarme se sacó la polla. La cogí en mi mano y la apreté. Deja la manguera y apaga mi fuego con tu boca. Lo empujé hacía el suelo y me puse su casco. Mi vestido estaba roto, su lengua no tuvo que luchar contra muchos impedimentos para meterse en mi vagina. Lo apreté hacia mí, solo nos separaba del resto del mundo un árbol y la oscuridad. Me corrí en su boca, mis gemidos se diluyeron por el sonido de las sirenas. Empezó  a tocarse la polla. Eso no bombero. Le abofeteé con fuerza, hizo un intento de contestarme pero le tapé la boca con la mía, mi lengua exploró la suya, estaba a mil. Tiré el casco al suelo y empecé a mearme en él, mientras lo miraba fijamente. Él no se atrevía a decir nada, supongo que su noche estaba siendo muy extraña como para decir algo. Le miré y lo volqué en el suelo dejando su casco marcado con mi orina.  Bombero, un día te marcaré entero como he hecho con este casco. Se lo puse en la cabeza y lo mandé a que apagase la llama que yo había creado.



Pose: [The Owl] Everything is in Your Hands

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