Paseos cortos
Con dinero en el bolsillo por mi último trabajo me fui a gastar como una loca. Una amiga me dijo que tenía que aprender a salir a la calle sin gastar dinero. No sé como se hace eso, dije. Que tenía que probar a pasear, sacar a los perros, correr, tumbarme en el césped, lo que fuera sin gastar dinero. Eso era un reto de primer nivel. Me llevé a mis perros de paseo, nada más bajar de casa me encontré con una tienda. Esto iba a ser un suplicio. Venga Yhesy tu puedes. Cuando ya llevaba recorridos trecientos metros me encontré con un chico que quería que colaborar con una ONG. No puedo cielo, no llevo dinero. Lo miré a los ojos y tenía una mirada intensa. El chico insistía en que me llamaban después para darles la tarjeta de crédito, ahora solo debía rellenar los datos. No guapo, no insistas, estoy en modo ahorro. Me empezó a hablar de las enfermedades, el hambre, las guerras,... No Yhesy, te has prometido no gastar nada, nada. Le dije que no al chico y seguí adelante.
El chico venía detrás hablando de desgracias, era ya un poco pesado. Me giré y le dije que no insistiese más, cuando lo miré con detenimiento me di cuenta que era realmente atractivo así que le sonreí. ¿Me estás siguiendo por algo? ¡dime! El chico enrojeció. Que mono eres tímido, ven. Él vino y dimos un paseo corto. Le pregunté por su vida, sus deseos, sus inquietudes mientras él me miraba las tetas y el culo. Había mucho tonteo, le acaricié el brazo como por casualidad, él trataba de disimular cuando me miraba los pechos. Me divertía verlo tan tímido así que me acerqué a él y le susurré que si era capaz de quitarse los pantalones en mitad de la calle podíamos empezar a hablar acerca hacerme socia. Se rio como si estuviera loca hasta que mi mano le agarró la polla y la apretó. Ahí dejó la risa y suspiró. Su polla se activó en un segundo. ¿Ves? ahora ya me empiezas a parecer interesante, le dije pasandole la lengua alrededor de los labios. El chico se puso en mitad de la calle y se quitó los pantalones. Mi perra y yo mirábamos la escena. Este chico prometía, la gente lo miraba y algunas le silbaban. Guapo ven. Vino con la polla durísima y cara de cachondo. Vamos a mi casa que te voy a pagar. Lo agarré de la camiseta y lo arrastré a mi casa. el paseo había acabado.
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