No estoy hecha para esperar


Era una mañana cualquiera, había salido de compras con mis perros y Rocky se perdía como siempre detrás de cualquier falda. Nala como buena perra me seguía y esperaba pacientemente a que Rocky apareciese. Vi una furgoneta de esas de fruta así que estiré de la cadena que llevaba a la polla de mi puta y nos acercamos los tres a ver que vendían. Rocky estaba  tratando de montar a un perro que se había cruzado en su camino. El chico que atendía la frutería era muy mono. Empezamos con miradas cómplices a la polla de mi puta, sonrisas, toqueteo de brazos, mi puta que es muy cuca ponía el culo en pompa para provocar. Yo que no me puedo resistir a eso le daba unos azotes que resonaban y asustaban a las señoras bien que estaba haciendo cola.

Las señoras bien empezaron a protestar por nuestro comportamiento e indignadas se fueron unas cuantas. Yo que ya a estas a alturas notaba un calorcillo en mi cuerpo, cogí una zanahoria y empecé a escupir sobre ella, había que limpiarla, soy muy higiénica yo. Miré  a los ojos a mi puta mientras escupía en la zanahoria, el frutero miraba con deseo y noté que se le estaba empezando a poner dura de ver como acerca la hortaliza a mi boca. Creo que pensaba que iba a chuparla como si fuese una polla, pero yo no soy la puta. Pasé la zanahoria por delante de mi puta, abrió la boca como para tragársela entera, pero no era para ella. Le metí la zanahoria en la boca al frutero que empezó a chuparla como si fuese una polla. Sí, él era otro chupapollas. Le acaricié la entrepierna para palpar bien su polla. Saqué la zanahoria y la partí metiendo la mitad a mi puta y la otra mitad a él en la boca. No quedaba ya ni una señora para indignarse, solo una que tenía apariencia de profesora de colegio de monjas pero que se estaba tocando el coño como una obsesa.

Cogí otra zanahoria y empecé a metérsela por el culo a mi puta, me he vuelto healthy y ahora me gusta usar hortalizas para todo. Mi puta gemía y se excitaba de ver como se iba formando un corrillo. Me acerqué al frutero y le metí la mano por los pantalones. Ven que tengo un antojo. Lo puse detrás de mi puta. Le bajé los pantalones y empecé a pajearlo encima del culo de mi puta. El frutero gemía y mi puta movía el culo como esperando que alguien le metiera algo en él. Le metí la zanahoria y me alejé un poco para ver la escena completa. Quiero que te corras encima de su culo. Me apoyé en la furgoneta del frutero y esperé que el cerdo echara su leche encima de la zanahoria que taponaba el culo de mi puta. El frutero me miraba y mi puta movía su culo, me pedía si podía tocarse. No, no puedes, tu espera. El frutero estaba tardando en correrse más de lo esperado y yo estaba cachonda perdida, no estoy hecha para esperar. Quería ver esa lefa saliendo disparada llenando todo el culo y regando la hortaliza del culo de mi puta. Le dije a la profe de colegio de monjas que fuese a poner su grano de arena. La chica me miró extrañada. La cogí del pelo y le puse la boca en el culo del frutero. ¡Lame! Ella lamió y él escupió su leche regando a mi puta. Me excité tanto que casi tengo orgasmo ahí mismo. Cogí a mi puta y me lo llevé rápido a casa para acabar lo que había empezado y es que no estoy hecha para esperar.




Vestido: [JUSTICE] Talia Dress Fatpack @Marketplace
Zapatos: [Glamistry] - Heels PF1051

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