Echando anclas


Yo que no soy muy de mar tenía el antojo de irme de crucero. Como lo más parecido a un traje de marinero que tenía era un uniforme de cuando iba al colegio que me venía bastante pequeño, todo sea dicho, fue lo que me puse. Tenía varios de ese estilo así que los eché a la maleta para usar en el viaje. Para no desentonar me hice unas coletas y así al maenos daba un aspecto de colegiala cachonda que no me venía nada mal para enloquecer al personal. Me acerqué al puerto con mi maleta, pero allí solo había barcuchas y yo soy una chica fina. A lo lejos vi a un chico guapetón que estaba subido en un barco, no hacía más que mirarme el culo, yo que me daba cuenta lo movía de forma descarada. Me saqué un chupachups y me acerqué a él. Cerca había unas cajas con vino y cogí una botella, si voy de crucero igual el vino es bueno para el mareo.

El chico me miró y se puso nervioso. Iba sin camisa y se le veían los pectorales, estaba fuerte sin pasarse. Me acerqué y le toqué el brazo. El chico me dijo  que igual necesitaba un par de tallas más. Se estaba haciendo el gracioso y la estaba cagando. Sonreí con cara inocente mientras acercaba mi mano a sus huevos, puse la mano encima y lo acaricié mientras pasaba la lengua  por mis labios. Él me miró y se le puso dura. No sabía que le iba a apretar los huevos de tal forma que iba a gritar como un niño. Cambié la cara y me puse seria mientras le apretaba los huevos. ¿Dices que me falta tela? Igual deberías darme tu tus pantalones, ¿no guapo? Le apreté con fuerza y volvió a gritar. ¡Quítate los pantalones! El chico se los quitó. Lo mandé subir mi maleta a la barca, yo la botella no la soltaba. Abrí la maleta y saqué un conjunto de marinerita que tenía, era una monada. ¿Te gusta? abrí la botella y di un trago de vino, no contestaba. Dime, ¿te gusta? di otro trago y le pasé el vino directamente de mi boca. El chico se excitó y dijo que sí. Bien, póntelo guapo. Le acaricié la polla con la botella de vino. 

Vestido de marinerito estaba guapísimo, se le salía la polla y los huevos por un short, la camiseta le quedaba corta y estrecha. Lo mejor era el gorrito que eso le quedaba estupendo. Metí mi mano bajo esos shorts y le saqué la polla, me rocé con ella, la metí entre mis muslos. ¿Todavía crees que me falta tela? apreté mis muslos carnosos dejando su polla entre ellos. El marinerito negó, aparté su polla de mis muslos y empecé a pajearle, el chico estaba tan cachondo que en seguida dijo que se iba a correr. Apunté hacía él y al correrse se manchó su propia cara, pecho, mi tripa. Me senté encima de él y le lamí la cara despacio. Su polla se volvía  a poner dura por momentos. Saboreé su cara, mi coño se humedeció. Su mano se acercó a mi coño, le di un bofetón. No guapo tu vas a ver como me corro pero tu lengua no me va a tocar. Cogí la botella y acaricié mi coño  llevando mi flujo en ella, se la acerqué y se bebió todo el vino mientras yo me metía mis dedos en el coño gimiendo. Creo que no va  ser buen momento para partir, igual es mejor echar anclas marinerito.


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