Dia de Campo

Con la llegada del buen tiempo nos apetece salir a la playa, al campo, a las terrazas, a todos los sitios donde se pueda disfrutar del sol y el calorcito. En mi nueva casa estaba muy cómoda pero no tenía el jardín tan grande que había en la anterior.  Un poco cansada de estar tan encerrada arreglé a mi puta a juego conmigo. Yo iba monísima con un pantaloncito azul oscuro y un top rosa anudado en el pecho, así que le puse una camiseta a juego, un arnés rosita y una falda. Me encanta llevar a mi putita bien arreglada. Le puse su tiara de princesita y le maquillé un poco. Me pone a mil pintarle los labios, así que cuando terminé de hacerlo no pude evitar comerle la boca y borrarle todo el pintalabios. Se lo tuve que volver a pintar de nuevo. La verdad es que no avanzaba, era un pintar y un comer,... un pintar,... y un comerle la boca de nuevo. ¡Yhesy céntrate!

Nos fuimos todos al campo, los perros corrían, Yodita entraba en contacto con la fuerza y yo entraba en contacto con la polla de mi puta. Todos contentos. Solo a mí se me ocurre ir con taconazos al campo, así que mi puta que está fuertecita me tuvo que llevar a cuestas todo el camino. Vimos una pareja que estaba paseando también. Ellos iban más preparados, con equipación trekking y sin perros detrás. Les saludamos, nos los habíamos cruzado varias veces, o se habían perdido ellos o nosotros, o ambos. Ellos nos miraron raro. Yo insistía en dar conversación, me aburría. La chica solo hacía que mirar la falda de mi puta, creo que le gustaba. El chico bastante tenía con mirarme las tetas. 

Me las coloqué bien, las tetas, mientras daba conversación al chico. No era feo, era rubio, ojos claros y tenía buen cuerpo. Mi puta estaba dando charla a la chica parecía que en cualquier momento se iban a  ir juntas de compras. La chica tampoco era fea, pero esa ropa no le favorecía, estaría mejor desnuda. Mientras hablaba con su novio pensaba en como serían sus tetas, su culo, su coño. El novio me miraba cada vez que yo me tocaba las tetas. La verdad, es que él también ganaría desnudo. Miraba a ambos sin seguir la conversación, solo pensaba en como quitarles la ropa y no parecer una loca. No aguanté más y directamente me saqué una teta. El chico me miró atontado, ella no se dio cuenta porque estaba mirando la polla de mi puta que se asomaba bajo la falda. Creo que le gustaba verle la polla con un lacito. ¿Te gusta mi teta? asintió y su cara se enrojeció. Le di una torta y me tapé la teta. Bien, pues si tanto te gusta ver tetas enseña tu algo. Le quité la sudadera mientras su novia miraba con cara de no entender nada. Me acerqué a ella y le toqué las tetas, creo que le gustó. Le dije a mi puta que la desnudase. 

El novio estaba con la polla dura, se ve que le daba morbo ver como manoseaban a  su novia dos pervertidas. Le bajé los pantalones. ¡Ahora termina de desnudarte tu! se desnudó al instante. Tenía buena polla y su novia buenas tetas y buen culo. Me acerqué a ella y le pasé mis dedos por el coño, lo tenía húmedo la muy perra. La agarré del pelo y tiré su cabeza hacía atrás. Miré a mi puta y le ordené comerle el coño a la chica. Él se lo comió, se esmeró, lamía y relamía, ella gemía, se retorcía, suplicaba. Su novio estaba tan cachondo de ver que tenía a su novia cogida del pelo y un tío vestido de princesa le comía el coño que empezó a pajearse ahí mismo. ¡Ven cerdo! le dije al novio. Vino sin dejarse de tocarse. Le escupí ¡eres un cerdo, mira como te pone ver que usan a tu novia! le di una torta y con mi otra mano empecé a pajearle. Su novia gemía como loca. Yo tenía mis manos ocupadas, en una mano una polla y en la otra el pelo de la perra de trekking. Iba estirando del pelo o la polla según me apetecía. Cuando la chica se corrió en la boca de mi puta le di un tirón fuerte de pelo que la puso más cachonda.

El cerdo de trekking jadeaba y estaba a punto de correrse, apunté a la cara de mi puta que estaba de rodillas y le echó toda la lefa encima, llenando su cara, su camiseta y hasta su preciosa falda. La chica desnuda ganaba mucho. Me acerqué a ella y le escupí en las tetas antes de manosearlas. Bien, creo que ya podéis seguir con vuestro camino. Les di la ropa y como soy tan maja les despedí con la mano un buen tiempo mientras me agarraba a mi puta llena de fluidos. Me habían alegrado el día campestre, yo estaba súper contenta y mi puta manchada como siempre.

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Pose: The Owl. Goodbye half of the Summer! - Stay at Home Gratis