¡Cómprame un cucurucho de fresa!


Poco a poco va llegando el calor a nuestras vidas, los días son más largos, los rayos del sol parece que nos calienten más, nos invade el deseo de estar por la calle, de pasear, de tomar el sol en una terraza con una cerveza en la mano, de correr, de pasear por la montaña, de tomar un helado,... Mmmm un helado de fresa, sí pero en un cucurucho, un cucurucho de fresa.

Fui hacia mi puta y le puse su diadema de princesa, le pinté los labios, los ojos. el colorete, le puse el gag para que no diese por culo con sus chistes malos. Protestó, pero me dio igual. Le puse su faldita rosa y le escribí en la pierna con mi pintalabios que "le gustaba comer pollas" un dibujito de una polla y un corazón porque soy cuqui. Le até una cadenita a su polla y lo saqué a pasear. Hacía buen tiempo y había bastante gente por la calle. Vi un puesto de helados, tenían cucuruchos y lo atendía un morenazo guapísimo.  Estiré de la cadena a mi puta y fuimos hasta allí. El morenazo no nos quitaba el ojo de encima mientras íbamos hacia él. Tenía mirada de vicioso. Esa mirada que me encanta. Además sonrió al ver lo que mi puta llevaba escrito. ¿Sería un comepollas?

¡Cómprame un cucurucho de fresa! le dije a mi puta. Él se acercó a por el cucurucho mientras yo miraba al morenazo a una distancia corta, le sonreí. Parece que te ha gustado mi puta, la miras mucho. El chico se puso colorado, casi como el helado. ¿Te gustan los cucuruchos? le dije al moreno. De fresa, digo. Maticé. El moreno se puso nervioso tiró el helado sobre el pecho de mi puta. Se disculpó. Uff me estaba gustando verlo tan nervioso así que me acerqué para evitar que mi puta se lo limpiase. Le di un manotazo a tiempo y dejó la fresa caer sobre su pecho. No te disculpes con mi puta, discúlpate conmigo. El chico me miró y empezó una disculpa. Buff,... no quería una disculpa, quería que lamiese el pecho de mi puta ahí en mitad de la calle.

Lo mínimo que puedes hacer es limpiarlo, señalé el helado ya deshecho sobre la falda. El chico se acercó con un trapo. No guapo, le tiré el trapo. Hazlo con la lengua,  mi puta no merece otra cosa. El chico se quedó confundido unos instantes. ¿No lo has oído? ¡lame!. Igual Yhesy te estás pasando con el pobre heladero y llama a la policía. Dudó pero acabó lamiendo el pecho de mi puta, bajó y lamió la falda. La polla de mi puta se puso dura y la del moreno ni os cuento. Allí, en mitad de la calle venga la lamida. Para ver el espectáculo me puse yo misma un cucurucho de fresa. Fresa como la que se habia colado dentro de la falda de mi puta y había llegado hasta su polla. Sí, lame también la polla, ¿no ves que tiene helado? el moreno era un comepollas también, lo supe nada más verle y ahora lo estaba demostrando. Se la metió en la boca directamente, nada de dar pequeños lametazos, fue directo a comer polla. La gente, se apartaba y algunos nos grababan en vídeo. Putitas, os vais a hacer famosas. 

Cuando vi la polla de mi puta bien limpia, le dije que parase. El chico, me dijo que si nos podía ver de nuevo. Le dije que sí que cuando quisiera, que nos hiciese una foto y la mirase cuando le diera la gana. Creo que no pilló mi sarcasmo y nos hizo  una foto. La verdad, es ver un móvil o una cámara y es que me trastorno, a mi puta le pasa igual, posamos divinas, yo más claro. El chico nos dijo que tenía la foto y que ahora le diese el número de teléfono. No cari, tu le vas a dar el tuyo a mi puta y si me interesa ya te llamaré un día. Cogí de la cadena a mi putita y nos fuimos a seguir el paseo.



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