Navidades en el Caribe

 

Resulta que ahora con esta nueva normalidad no se puede estar en espacios cerrados con seguridad. Cuando entro al supermercado tengo miedo de contagiarme, si voy a la peluquería estoy muerta de miedo, si me acerco a tomarme un café a una cafetería, lo mismo. Si subo en un ascensor, tengo pánico al pensar que alguien que haya subido antes pusiese tener el virus. Es un sin vivir. Hasta ahora lo llevaba más o menos bien, siempre me quedaban las terrazas. Que comía fuera, terraza, que tomaba una cerveza, terraza, reunión de varias personas, terraza,... era lo más socorrido. Pero ya ha llegado el frío y todo apuntaba a que en las navidades íbamos a estar encerrados en casa, yo (es que soy egocéntrica), mis perros, mi puta y quizás el cartero también. No podíamos salir a las terrazas por el frío, no podía invitar a amigos a mi casa, era todo un desastre. De repente, viendo la tele apareció una imagen del caribe. Allí no hará frío pensé. Así que ordené a mi putita hacer las maletas y compré varios billetes para el caribe. Íbamos a pasar las navidades en el Caribe. 

Al llegar hacía calor, en hotel estaba apartado  en una pequeña bahía y las habitaciones eran pequeños bungalows, teníamos un embarcadero privado y unas vistas preciosas. El chico que nos llevaba las maletas nos dijo que había una fiesta esa noche, una fiesta navideña. Nos dejó una nariz luminosa de reno y unos gorros de Papá Noel. El mío lo vi algo cutre, una diva como yo debe ir por lo menos con un gorro  que brille. Saqué de la maleta unos guantes navideños y se los puse a mi puta mientras lo miraba a los ojos. Le puse una de mis camisetas rojas, le venía muy estrecha, pero así le marcaba los pezones y las abdominales, que para eso las tiene. Le estiré esos pezones antes de comerle la boca y ponerle una nariz de reno. Me excita vestir a mi puta, soy una rara, lo sé. Le puse su gorrito y le até bien los huevos a mi cadena. Estiré de ella para que supiese a quien pertenecían.  Yo no tenía ropa para la ocasión así que me puse lo primero que vi. Al salir de la habitación había un chico montando por todas partes luces navideñas. Ponía luminosos con forma de gorro de Papa Noel, con frases de paz y amor, y como no, con muchos muchos neones. Le miré el culo y el chico no estaba mal. 

¡Oye guapo! ¿sabes como hacer que ese gorro brille en mi pelo? Señalé un gorrito que brillaba. Él me dijo que eso era de decoración, pero que si lo quitaba de ahí no brillaría.Vaya decepción. Oye, ¿y tu no eres electricista? me acerqué a él con ojitos tiernos tocando con mi mano su pecho. Seguro que algo se podrá hacer ¿verdad?. Tenía unos buenos pectorales, me recreé acariciándolos mientras mi puta miraba. Con pilas, dijo el chico. Ah, claro. ¿Pero tu sabes hacer eso? le volví a acariciar el pecho poniendo ojitos de niña dulce e inocente. Él asintió. ¡Bien, hazlo!, mi rostro cambió a un gesto serio, arranqué el gorro y lo dejé en su mano. El chico se fue corriendo con el gorro. A los pocos minutos apareció con una especie de diadema que brillaba. Le di las gracias mientras echaba mano a su entrepierna. Mi puta se arrodilló a mis pies y miraba atenta la polla del electricista. Esa polla que cada vez estaba más dura. ¿Has visto puta? Este chico sirve para algo más que para meter su polla en un agujero. Me puse la diadema luminosa y metí la mano dentro de su pantalón, apreté sus huevos en ella, me encanta estrujar pelotas en mi mano. 

Me estaba excitando la situación, le di un lametón en la cara al chico, en mis ojos se podía ver la excitación que me invadía. Mi puta echa de menos la nieve y la lluvia ¿sabes?... el chico gemía y no estaba muy atento a lo que yo le decía. Bajé su pantalón y empecé a ordeñarle ahí mismo apuntando a mi puta. Mi mano ordeñaba su polla desde la base hasta el glande. Mi puta no se movía, estaba arrodillada, mirando como yo pajeaba al electricista. ¿Vas a ser un buen chico y le vas a tirar tu leche a mi putita?  él jadeaba y asentía. Le empecé a lamer el cuello mientras apuntaba a mi puta, no faltaba nada para que se corriera. ¡Correte ya! le ordené al electricista, no iba a estar toda la noche tocando su polla. Él se corrió encima de mi puta, su lefa al ser blanca parecía nieve que le caía encima. Al salir disparada le llenó la cara y el pecho. Estaba toda mojada y sucia. Ya que no había nieve, habría lefa. Le pedimos al chico hacernos una foto de recuerdo. No hay que olvidar las navidades en el Caribe.



Top y minifalda: [ CONSENT ] Kim Set *fat pack* (8 colores) - @Anthem Event

Pose: [The Owl]  Dreams Come True Together


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