Adornos navideños

Ya llega el frío, los días de chocolate caliente, las mañanas bajo la manta, las caminatas bajo la nieve, las luces por todos sitios, no olvidemos los días de compras eternas, de gasto sin control, las comidas con bombones, uff sí, los bombones. Las cajas de bombones que se acaban, los turrones, esos turrones que cada vez aborreces más, los polvorones. ¿Alguien come polvorones todavía? Y llegan los regalos, los regalos que no te gustan, los que disimulas con una sonrisa, las cenas en las que se notan las ausencias, las comidas que nunca se acaban y las decoraciones navideñas, esas también llegan, por desgracia. 

Estaba en la ventana viendo nevar y vi que mis vecinos estaban montando un árbol de navidad enorme y hortera. Pusieron la casa llena de luces, parecía un club de carretera. Mi casa era la única que no estaba inundada de decoraciones navideñas, llamaba mucho la atención y como os imaginareis en mi nuevo trabajo no hay que llamar la atención. Un vecino cuando pasaba siempre por casa me miraba al salir, al entrar, se le veía interés en mis piernas y en mi culo. Un día me preguntó que porqué no decoraba la casa. Supongo que estaría asustado por si yo era un grinch de la navidad, que lo soy. Su pregunta me hizo darme cuenta que debía pasar inadvertida. Me fui a un bazar y compré un árbol de navidad, muchas luces y muchas bolas. Me puse a montar el árbol con mis perros mirando. Si se caía una bola ellos jugaban con ella y me la devolvían destrozada. Cuando estaba montando el árbol pasó de nuevo el mismo vecino. El vestido se me subía por el culo al inclinarme para poner los adornos. Él se me quedó mirando y yo moví el culo a modo de provocación. Mi vecino se quedó parado y Nala, mi perra empezó a ladrar. Los copos de nieve caían y daban ambiente navideño. 

¿Qué miras? le dije al hombre mientras mi perra se iba hacía él. ¿Miras mi culo? él negó con la cabeza y siguió andando. ¿No quieres ver mi arbolito navideño? le hice un gesto para que viniese y vino. No dejaba de mirarme las piernas, me las acaricié diciendo que tenía frío. Le miré la entrepierna cogiendo una de las bolas del árbol y sonreí. Mi vecino no sabía el motivo por el que me reía. Puse su mano en su polla y se la acaricié por encima del pantalón. Se puso dura al instante. Igual si... te cuelgo las bolas a ti de aquí... -le agarré la polla con fuerza entre mi mano mientras lo miraba desafiante a los ojos. Te decía que igual quedaría así más decorado el porche, ¿no crees? Asintió sin decir ni una palabra. Le bajé los pantalones de un tirón y saqué su polla. No le dio tiempo a reaccionar, ya que estaba anudando unas bolas a sus huevos y a su polla erecta. ¿Crees que te verá bien tu mujer si te pongo aquí? ¿Verá bien lo cerdo que eres? Escupí en su  cara mientras  anudaba fuerte las bolitas navideñas que colgaban de él. Estaba cachondo perdido pero se dio cuenta que su mujer lo podía ver y parecía que se estaba asustando. Empezó a pedirme quitarse eso. Le di unos bofetones fuertes. ¿Vienes a mi casa cachondo y luego quieres que te salga gratis? Hoy vas a ser mi adorno navideño, no he acabado contigo cerdo. Me lo entré en casa para acabar lo que había empezado. No hay nada como entretenerte poniendo adornos navideños.

 

Outfit y botas: [ LsR ] - Sexy Elvaz Dress Big Fatpack - @Tannenbaum Event

Árbol y pose: [CHEZ MOI] - Wooden Christmas Tree


Comentarios

LO MÁS VISTO