Bailando sobre la barra


El verano me altera la sangre y solo me apetece salir de juerga por la noche. Se ve que durante el día acumulo el calor y por la noche quiero dar rienda suelta a todo lo acumulado. Este día estaba yo algo deprimida, me habían robado el coche. Entre sofocos, lloros, cabreos, denuncias, gritos, más gritos a los policías,... había sido un día de mierda, no vamos a engañarnos. Una amiga me dijo que la acompañase a una disco. Me dijo que era una disco de esas de moda donde va la gente bien a dejarse ver. Ya sabéis todos guapísimos, con ropa de la cara, peinados último modelo, llenos de accesorios y aburridos como nadie.

Allí llegamos mi amiga y yo, ambas monísimas pero ambas con escasez de ropa. Creo que el de la puerta nos confundió con bailarinas y nos dejó pasar a regañadientes, decía que debíamos entrar por la puerta de atrás. Al entrar la música te atrapaba, las luces hacían que te metieras de lleno en ese mundo, pero cuando dabas dos pasos y te tropezabas con uno de los guapetones que había, te dabas cuenta que ese no era tu sitio. Fuimos hacía la barra para pedir algo de beber, un gintonic, otro, un chupito, otro gintonic, ya nos poníamos cariñosas, te acaricio los pezones, te como la boca delante del camarero, acaricio tu entrepierna mientras miro al moreno de detrás,... estábamos ya encendidas. Mi amiga dijo que esa noche no íbamos a ser capaces de conseguir una mascota para nuestras perversiones. ¿Como que no? Es que no vemos bien desde aquí abajo. Me subí encima de la barra y empecé a mirar a todos en la sala. No veía muy bien, creo que el alcohol estaba haciendo su efecto.

Empezó a sonar un tema que me gustaba, dejé de mirar al personal para ponerme a bailar. Movía mis caderas de forma sensual mientras el camarero me miraba los muslos. Me giré y lo miré. Igual el camarero podía ser mi mascota. Me llevé las manos a la cabeza y deshice mi pelo al ritmo de la música. Mis manos empezaron a bajar lentamente por mis pechos, por mi cintura, caderas, me agaché y me quedé en cuclillas frente a la cara del camarero. Saqué mi lengua y lo lamí. Le pasé la lengua por toda la cara y él se quedó quieto. Sabía bien. Empecé a bailar de nuevo, pero esta vez me giré, sabía que él tenía sus ojos fijos en mi culo, me lo acaricié mientras bailaba. Se acercó y me acarició las piernas. Uhmmm ¿quien te dio permiso? lo aparté y puse mi pie sobre su cara. Justo el tacón de mi bota le entraba en la boca. Lo miré desafiante y él abrió su boca para dejar entrar mi tacón y chuparlo. Le aparté el pie y sonreí. Nena, ya tenemos mascota para esta noche, nos lo vamos a pasar bien.


Outfit: [*SK*] Coco Fatpack - @Kinky Event

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