Cuando te piso

Después de un largo día estaba relajada en mi sillón leyendo, tu viniste y me empezaste a hacer un masaje en las piernas. Te puse los pies sobre tu pecho mientras estabas arrodillado ante mí. Ese pecho en el que me gusta escribir cosas con mi pintalabios. Mis tacones empezaron a presionar tus pezones con fuerza mientras te miraba a los ojos. Esos ojos con pestañas largas llenas de rimmel, sonreía mientras te los clavaba y es que me encanta ver esa mueca de dolor en tu rostro. 

Pero no siempre estás en silencio, hablas y entonces me gusta callarte, me gusta ponerte mi tacón en tu boca para que lo lamas como una puta. Me gusta ver como te esmeras, como lo chupas, y lo llenas de babas,... y te callas, sí, te callas, porqué con la boca llena eres la puta que siempre he visto que eras. Mi puta. 

Te dije que te tumbases en el suelo, lo hiciste. Puse mi pie sobre tu cabeza, la polla se te puso dura. Subí el otro pie sobre tu pecho, me puse a cantar mientras te pisaba y es que cada vez que te miraba estabas más excitado. Cuando te piso, me excito. No puedo verte la cara de dolor y placer, pero me la imagino y eso hace que me excite más. Tus labios entreabiertos, tu dolor, tu excitación y tu entrega porque cuando te piso lo hago porque eres mío. Eres mi puta.

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