Con vinilos y a lo loco


Mis amigas me decían que por qué tenía todavía vinilos, que la gente ya no usa soporte físico para escuchar música. Pero es que soy una nostálgica y además me gustan los diseños de las carátulas. Son más grandes que un CD y lucen más, todo sea por la estética.

No hay nada como empezar el día con buena música, así que me puse una rareza muy cotizada de Hank Mobley,  un poco de buen jazz  siempre viene bien mientras se  desayuna. Mis perros luchaban por una alfombra y baby Yoda miraba por la ventana a los pajaritos que pasaban.  Mientras me terminaba el café me puse a mirar por el teleobjetivo a mi vecino, el supuesto psicópata, pero no hacía nada raro, como de costumbre. Ya me estaba cansando de espiarle, no llegaba a ningún termino.

Tenía la música a todo volumen y apenas logré oír el timbre, menos mal que Rocky y Nala me avisaron con sus ladridos. Al abrir la puerta era un repartidor que me traía un paquete a casa. Era bien guapo y tenía una cara que bien podía parecer una chica si lo maquillabas adecuadamente. Sus ojos azules y largas pestañas me miraban mientras le firmaba el albarán. Le sonreí y me di cuenta que llevaba todavía la taza de café en la mano. Al ir a devolverle el boli le tiré "casualmente" el café encima.  Perdona guapo ¿quieres entrar a secarte y lavarte un poco? sonreí al repartidor con mi mejor cara de niña buena.  El chico entró y lo acompañé hasta el servicio. Aquí tienes de todo para lavarte, iba a cerrar la puerta cuando me dijo que tenía buena música, que él tocaba el saxo y le encantaba el jazz.

Uff,... ¿tocas el saxo? me vuelven loca los que tocan el saxo, tengo debilidad por los pianistas, pero los saxofonistas me parece que tienen algo animal. Me quedé en la puerta mientras se quitaba la camiseta y la limpiaba, lo miré unos instantes y él me miraba las piernas, mis botas, mis hebillas. Tenía buenos abdominales y me lo imaginaba tocando su saxo y comiendo una polla con la misma pasión. Me acerqué y le besé, a veces soy tierna. El chico me besó hasta que lo aparté y empecé a pintarle los labios. No dijo nada y se dejó hacer. Fuimos al salón y le dije que me gustaría ver como comía un plátano con esos labios pintados. Le di uno y me quedé al lado del tocadiscos viendo como se lo comía con su torso desnudo y los labios pintados. Me estaba poniendo cachonda la situación. 

Me senté en el sillón y el chico vino hacía mí. No cielo tu estás en horas de trabajo, le di una torta y lo empujé al suelo. Come otro, le puse otro plátano en la boca. Esta vez lo sujetaba yo y el lo chupaba como si fuera una polla. Estuvo un rato así hasta que  se acabó la cara A del disco. Guapo, a tu trabajo dame tu móvil que te llamaré un día para que me toques el saxo. Lo eché de casa y es que la música ya se había acabado y tenía que salir a pasear.




Pelo:  ALANTORI - Leah Fitted Hair
Mono: *SK* Ginger pack - @Sense Event



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