Me invitaron a tomar café


Como no estaba segura de que mi vecino guapetón fuera el autor del mural sangriento, instalé un teleobjetivo para espiarle desde una de mis ventanas, se veía bastante bien su casa y lo tenía controlado. Lo malo es que después del incidente del gato, mi vecino me miraba con recelo. Aissss no voy a estar robando gatos todos los días, además ya no lo necesitaba para nada, me había hecho bastantes fotos con el minino para llenar todas mis redes sociales durante un tiempo. 

En los ratos libres me sentaba con un café y un cigarro y miraba a ver que hacía. El vecino era un ligón, cada día llevaba a una, a veces a dos o tres chicas diferentes. Vale, eso es un punto a mi favor. No es un tipo complicado para acceder si eres una mujer guapa. La vigilancia se hacía aburrida, no mataba a nadie, no las descuartizaba, ya empezaba a dudar que el asesino fuese él. ¿Y si eso estaba allí y él acaba de comprar la casa como yo? ¿Igual no lo sabe, no? Parecía un mujeriego pero es que ni si quiera usaba esposas, látigos, fustas, cuchillos, agujas,... A veces, para hacer la vigilancia más entretenida, me ponía a mirar mientras un perro me pintaba las uñas de los pies y manos, mientras ordeñaba a alguno o mientras me comían el coño.

Cuando fui a salir hoy a la calle me encontré una nota bajo la puerta. Estaba escrita con buena letra, sin faltas de ortografía. Me invitaba a tomar café a su casa por la tarde y era la dirección de mi vecino. ¿Me habrá pillado? ¿Sabrá que sé lo de su mural de miembros? ¿Me querrá matar o follar? O quizás ha visto mis fotos con su gato en las redes sociales y quiere que las quite. Yhesy, solo puedes saberlo si vas. 

Me arreglé, me puse ropa interior sexy (eso no puede faltar), me maquillé y le dije a cuatro amigas donde iba, si me mata por lo menos que tenga que dar explicaciones a la policía. Me metí un abrecartas afilado en el bolso, spray de laca tamaño viaje (por si me tocaba echársela en los ojos), unas pinzas (yo siempre llevo pinzas por si acaso) y mi pintalabios. Creo que con esto voy preparada para lo que pueda pasar.

Me estiré la falda cuando llegué a su puerta, me humedecí los labios y me subí las tetas antes de tocar el timbre. Me abrió él directamente y me miró de arriba abajo. Le sonreí también, no iba a ser yo menos. Que ojos más bonitos tiene. Le dije que si me iba a invitar a pasar o es que su idea era tomar el café en la puerta. Se apartó y pasé. Tenía la casa limpia. Lo seguí hasta una sala que no era muy grande, tenía un gran ventanal detrás de un sofá. Me senté en el sofá, tenía buen tacto, era de piel.

Me sirvió el café que estaba recién hecho y se sentó enfrente, empezamos a hablar de cosas triviales, no sé para qué me ha pedido venga. Que si el tiempo, que si mis perros, que si su gato, que si me había visto con los perros humanos por el jardín, que si yo le había visto con distintas mujeres, que si me mira el escote, que si yo le miro los ojos azules, que si me muerdo un labio, que si él se lo muerde también, que si me abro un poco de piernas y dejo ver mi ropa interior, que si se le pone dura, que si cruzo las piernas y le toco con mi pie,...

 La situación se estaba poniendo caliente, creo que me quiere follar. Le hice un gesto para que se sentase conmigo. Se sentó a mi lado y empecé a pasar mi mano por su pierna hasta llegar a su polla. Se la agarré por encima del pantalón mientras él buscaba mis labios. Nos besamos y empecé a desnudarle. Tenía un cuerpo definido pero no demasiado musculoso, besaba bien, se notaba que tenía práctica. Nos fuimos quitando la ropa y la lanzábamos por la habitación. Yhesy cuidado que estás pisando terreno pantanoso. Me giré y vi mi bolso detrás del sofá, bien. Le agarré la polla y empecé a tocarla mientras él me cogía del culo. Me acerqué a sus labios y los mordí. Cómeme el coño, le dije. Si se folla a tantas deberá comerlo bien, pensé. Me bajó las bragas mirándome a los ojos y metió su lengua en mi coño húmedo y empezó a lamer. Uff,.. si que lo comía bien. 

Me corrí y  lo tiré en el sofá antes de subirme encima de él. ¿Quieres meterme la polla? Asintió y hacía por meterla, yo le di dos tortas en la cara. Me la meterás cuando yo diga. Me miró contrariado, igual me mata ahora, eres una loca Yhesy. Me rocé contra él sin meterla. Estaba cachonda perdida, él también. Me la metí un poco y él empujó fuerte. Follamos en ese sofá hasta correrme de nuevo, al correrme le apreté el cuello fuerte, parecía que le fuese a asfixiar, se corrió también. Le había excitado que le asfixiara, está claro que le gusta jugar fuerte. Caía su semen por mis muslos y se agachó a lamerlos. Además es un guarro, me encanta. Me lamió de nuevo el coño y los muslos. Me corrí otra vez. Uff creo que mejor me voy de esta casa. Me vestí y cogí mi bolso. Vendré otro día a hacerte una visita y me cuentas para qué me invitaste hoy.




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