A través de la ventana


Después de una boda frustrada y un cambio de look para que no me llevasen a la silla eléctrica decidí entablar conversaciones de nuevo con personas y personajes. No tenía mucha paciencia para tonterías así que iba descartando rápido a la gente para no clavarles un cuchillo en el pecho.
Me quedaba algún amigo que no pudo estar en la boda y como tampoco era necesario dar muchos detalles simplemente les dije que no había salido bien la cosa. Esa frase era verdadera y no comprometía mucho.

Yhesy tienes que salir, estás todo el día escondida me decían. Pues sí, tengo que salir. Fuimos a un club lleno de gente, mucha chica guapa, mucho chico guapo, mucha bebida, mucho sexo y poca conversación. Era el sitio ideal. 

Nuestras miradas se cruzaron, un chico elegante, fuerte, bien definido y al sonreírme me di cuenta que además tenía unos dientes preciosos. Vale, voy a sonreír también. Intercambio de sonrisas, miradas y me acerqué para verlo mejor. Vas muy elegante. Iba muy bien vestido y esas cosas hay que decirlas. Me dio las gracias y empezamos el tonteo. Miradas, risas, te toco el brazo, me invita a una copa, a dos, a tres, seguro que me quiere emborrachar. 

Me dice de bailar, a mi no me gusta bailar, pero si que me puedes besar los pies que eso me gusta. Nos sentamos y me los besa despacio. Tenía una barba como de varios días y me hacía cosquillas con ella. La polla se le puso dura de besarme los pies. Vamos a otro lugar. Fuimos a su casa ya que yo estaba en busca y captura, así que me venía bien tener un sitio donde ocultarme. 

Llegamos y le dije que se desnudase. Se desnudó. Le dije que me quitase la camisa, me la quitó. Le miré a los ojos y le dije que se arrodillase, se arrodilló. Se abrazó a mis piernas y empezó a besarlas con pasión. ¿Que haces? le di dos bofetadas. Se quedó en silencio con la mirada encendida, pero no se levantó. No me beses hasta que yo te lo diga. Asintió. Le dije que se levantase y esperase ahí. 

Se quedó quieto mientras yo cruzaba el salón. Abrí unas grandes puertas de vidrio y las cerré. El estaba desnudo al otro lado. Me alejé y empecé a subirme la falda con movimientos sensuales. Él me miraba sin moverse. Puse mis manos en mis bragas de encaje negro y empecé a bajarlas despacio mirándole a los ojos. Las tiré sobre una mesa cercana. 

Empecé a acariciar mi coño despacio sin dejar de mirarle. Él podía venir, no estaba atado, pero sabía que no debía. Se quedó quieto mientras yo me acariciaba e introducía mis dedos en la vagina. Esa casa, la luz tenue, la oscuridad y él mirando sin moverse, excitado pero obediente me puso más cachonda. Mis gemidos rompían el silencio de la noche. Y él no se movía. Me veía a través del cristal en silencio, quieto, atento.  Me corrí rápido y me quedé mirando. Le hice un gesto y vino. ¡límpiame! le señalé mi coño y lo limpió. Me dijo que si podía masturbarse también, le dije que no y me obedeció. Le dije que como no me fiaba le iba a atar la polla y los testículos. Asintió. Le até la polla fuerte, eso le excitó más. Creo que tu también eres un vicioso. Asintió.



Pelo: Magika - Energy
Tattoo: [Suicidal Thots] Infinity Body Tattoo Omega
Sujetador: Dhoma - Madchen Lingerie Bra
Falda: SALT - MIA SKIRT 
Cuerpo: Maitreya Mesh Body  Lara

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