No tengo miedo a la bestia

 

No tengo miedo a la bestia, repetí una y otra vez mientras me adentraba en la cueva. La bestia no existe, me decía a mi misma cuando oía los gruñidos en el interior.  Yo caminaba casi a ciegas por esos largos túneles, de vez en cuando algún rayo de luz entraba a través de esas piedras. Tenía que conseguir llegar al templo oculto pero el templo estaba guardado por una especie de demonio. Me habían advertido, pero yo no creía en historias de abuelas. Necesitaba llegar hasta allí para coger unos objetos, un cáliz, un libro, y un cráneo. Me había encargado ese trabajo, el objetivo era matar a la bestia. Cuando me lo encargaron, me reí, era dinero fácil. Contrataban una asesina para matar un ser inexistente, me pareció el mejor de los trabajos, solo tenía que entrara en esa cueva y coger las tres cosas que me habían pedido. Pero conforme iba entrando, algo helaba mi interior. Unos aullidos venían de la oscuridad, el ambiente estaba cargado y la muerte se podía oler en el aire. 

Llevaba una linterna que no alumbraba apenas nada, me estaba poniendo nerviosa y empezaba a confundir mi propia respiración, pensaba que había alguien más cerca. De repente noté un gran golpe y caí al suelo. No recuerdo nada más hasta que noté que algo me llevaba en brazos. Abrí los ojos y vi una especie de cabra gigante. Yhesy el golpe te ha afectado el cerebro. Su respiración era agitada, de su boca salía una especie de vapor azul brillante. Cerré los ojos y me hice la muerta, tenía que salir de ahí, pero no sabía que era esa cabra. Sus manos eran enormes, peludas, con garras, me acarició  con las uñas las tetas, con especial interés en mis pezones. Era una cabra un poco cerda por lo que estaba comprobando. Me llevó a una especie de altar y me dejó allí, notaba como sus uñas recorrían mi cuerpo despacio, el vaho de que salía de su boca era frío, lo notaba en toda mi piel mientras me acariciaba. Metió sus garras entre mis muslos y pretendía llegar a mi coño con ellas. Esta cabra había llegado demasiado lejos, pero tenía que seguir haciéndome la desmayada, no sabía como atacarle. Metió una de sus garras en mi coño y gemí, la verdad me dio gustillo. La bestia se apartó como si le hubiese dado miedo despertarme. Oía como se alejaba, supongo que habría ido a buscar algo así que no tenía demasiado tiempo. Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Vi el puñal, el cráneo y el cáliz. Cogí el puñal y me lo escondí en una bota. 

La cabra se acercaba de nuevo así que me hice la dormida. Me volvió a coger y me empezó a tocar, ahora acariciaba mi rostro despacio, parecía un bestia delicada, pero no tenía tempo de tonterías. Alargué mi mano hasta la bota y cogí el puñal que me había escondido. Se oyeron unos ruidos a lo lejos, la bestia se despistó y yo le clavé el puñal en el cuello. Me tiró lejos, caí contra una piedra. Tuve suerte de no golpearme la cabeza. Había enfadado a la bestia que venía a por mí. Me levanté amenazándole de nuevo con el puñal. ¡Ven aquí cabra! Si te portas bien no te haré daño. Gruñía y decía cosas que no se entendían. ¡Sit cabra! La cabra trató de lanzarse a por mí de nuevo. ¿Quieres meterme tus garras por el coño cabrita? ¿es eso? Se quedó callada mientras yo acariciaba mi coño con el puñal. Sus ojos vacíos miraban mi coño. ¿Es esto lo que quieres cabra? Señalando mi coño, ¿Quieres meterme tu garra de nuevo, eh? Al final. todos son unos cerdos, se pierden por un coño. La cabra se calmó y apoyó sus grandes garras en el suelo. ¿Te dedicas a violar a las rubias que entran en tu cueva eh cabrita? la cabra no decía nada pero empecé a notar que algo en su entrepierna se movía. Lamí el puñal lleno de su sangre y lo pasé por mi coño antes de volverlo a lamer. La cabra se puso dura al instante. ¡Ven aquí cabra! vino, parecía ya un corderito. Le cogí de los cuernos con fuerza y le hice bajar la cabeza al suelo. No levantarás esa cabeza del suelo en mi presencia. ¿Entiendes? la cabra entendió y se quedó mirando al suelo. Vendré a verte otro día, le dije mientras recogía las cosas que me había pedido. No maté a la bestia porque siempre es mejor tener a una bestia de esclavo que no tenerla, nunca sabes para lo que te puede servir.

 


 Outfit: [ LsR ] - Sexy Frances Dress Big Fatpack - @Fetish Fair

Pose:  [..::CuCa Designs::..] Fallen - @ The Dark Style Fair

 


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