Pues al final me he casado
Después de que mi última experiencia en el mundo de las bodas no salió muy bien (podéis leerla aquí) había decidido no casarme. La policía hacía tiempo que parecía que se había olvidado de mí, todo estaba tranquilo a simple vista. Pero ya sabéis que acabamos haciendo muchas veces lo contrario de lo que creemos que queremos. Yo seguía con mi vida, educando a mis perros, bebiendo gins, visitando clubes, comprando como loca, en fin haciendo todas esas cosillas que me gustan.
En esas conocí a un chico simpático, ocurrente, gracioso, guapo (después de mis sabios consejos de belleza) y además comía bien el coño ¿qué más se puede pedir? El muchacho era un hombre como los de antes decía, me regalaba flores y esas cosillas. Un día me sorprendió con un montón de globos, unas flores y se arrodilló, ufff y lo que me gusta a mí que se arrodillen, bueno pues eso, que se arrodilló y sacó un par de cajas de anillos (él es así, va a pares) y Gus me pidió matrimonio. A mí que nunca se me habían declarado con tanta parafernalia me ablandó en corazón y dije que sí.
Ya de perdidos al rio, así que si me caso me caso por todo lo alto, en la playa mirando al mar, con la brisa en nuestras caras, el sol reflejado en el agua, el sonido de las gaviotas y las olas ¡así si dan ganas de casarse! Me compré un vestido precioso, un velo, unos zapatos, ropa interior de encaje, tenía de todo, hasta ramo.
Mis amigas me prepararon la boda, tengo amigas muy resolutivas y me dejaron todo precioso, además quedó bien claro que no había que poner reggeaton bajo ningún concepto, ni antes, ni durante ni después, nada. Al llegar el día en cuestión vi al novio algo nervioso y hacia cosas raras. Cuando íbamos a ir al altar noté que le dieron ganas de hacer flexiones, se agarraba a los bancos y estiraba hacia el lado contrario al altar. Tiré fuerte de él, no era el momento de ponerse a hacer gilipolleces, ya harás estiramientos luego. No avanzaba y acabé cogiéndole de los pies y lo arrastré hasta el altar. Los invitados nos miraban raro, el cura nos preguntó si estábamos seguros de casarnos, le dije que sí. Me miró no muy convencido e insistió en preguntar si íbamos por libre voluntad ¡claro que vamos libremente! le dije mientras el novio se iba agarrando a todos los bancos que veía. No sé porque se tiene que poner a hacer estiramientos justo ahora, pero es que él tiene estas rarezas. El cura dijo que se iba a fumar un cigarro mientras llegábamos.
Al llegar al altar Gus trataba de agarrarse a los escalones, el cura miraba de lejos y fumaba. Cuando conseguí atarlo a una columna con la ayuda de un par de mis damas de honor, él no se estaba quieto, llamé al cura para que viniese a casarnos. El cura nos preguntó si estábamos allí libremente, estaba un poco pesado con ese tema, la verdad. ¡Claro que hemos venido por nuestra propia voluntad! ¿por quién me toma a mí este cura? Dijo que no podía tener al novio atado en la boda. Pues no entiendo por qué no puedo, el pobre solo quiere hacer flexiones en el suelo y así no se casa la gente, eso lo sabe todo el mundo. ¿Acaso se piensa este cura que yo traigo obligado al novio? Para nada, él ha venido por su propia voluntad y está loco por casarse, como yo lo estoy.
Obligué al cura a casarnos de inmediato, la boda se estaba haciendo larga y tenía ya hambre. Al principio no quería pero cuando le enseñé el cuchillo con el que iba cortar la tarta nos dio la bendición y nos casó. Fue un momento mágico. Al novio se le cayeron las lagrimas de la emoción, es que me quiere mucho.
Llamé al fotógrafo y nos hizo una foto preciosa después de soltar a mi ya marido. Posamos muy contentos, yo le agarraba fuerte la entrepierna y apretaba para que no le diese por irse corriendo en mitad de foto. Aisss... si es que nos ha salido una boda preciosa, estamos súper contentos y felices. Todo el mundo nos felicitó y nos dijeron lo emotiva que había sido la ceremonia. Cada vez que lo recuerdo lloro.
En esas conocí a un chico simpático, ocurrente, gracioso, guapo (después de mis sabios consejos de belleza) y además comía bien el coño ¿qué más se puede pedir? El muchacho era un hombre como los de antes decía, me regalaba flores y esas cosillas. Un día me sorprendió con un montón de globos, unas flores y se arrodilló, ufff y lo que me gusta a mí que se arrodillen, bueno pues eso, que se arrodilló y sacó un par de cajas de anillos (él es así, va a pares) y Gus me pidió matrimonio. A mí que nunca se me habían declarado con tanta parafernalia me ablandó en corazón y dije que sí.
Ya de perdidos al rio, así que si me caso me caso por todo lo alto, en la playa mirando al mar, con la brisa en nuestras caras, el sol reflejado en el agua, el sonido de las gaviotas y las olas ¡así si dan ganas de casarse! Me compré un vestido precioso, un velo, unos zapatos, ropa interior de encaje, tenía de todo, hasta ramo.
Mis amigas me prepararon la boda, tengo amigas muy resolutivas y me dejaron todo precioso, además quedó bien claro que no había que poner reggeaton bajo ningún concepto, ni antes, ni durante ni después, nada. Al llegar el día en cuestión vi al novio algo nervioso y hacia cosas raras. Cuando íbamos a ir al altar noté que le dieron ganas de hacer flexiones, se agarraba a los bancos y estiraba hacia el lado contrario al altar. Tiré fuerte de él, no era el momento de ponerse a hacer gilipolleces, ya harás estiramientos luego. No avanzaba y acabé cogiéndole de los pies y lo arrastré hasta el altar. Los invitados nos miraban raro, el cura nos preguntó si estábamos seguros de casarnos, le dije que sí. Me miró no muy convencido e insistió en preguntar si íbamos por libre voluntad ¡claro que vamos libremente! le dije mientras el novio se iba agarrando a todos los bancos que veía. No sé porque se tiene que poner a hacer estiramientos justo ahora, pero es que él tiene estas rarezas. El cura dijo que se iba a fumar un cigarro mientras llegábamos.
Al llegar al altar Gus trataba de agarrarse a los escalones, el cura miraba de lejos y fumaba. Cuando conseguí atarlo a una columna con la ayuda de un par de mis damas de honor, él no se estaba quieto, llamé al cura para que viniese a casarnos. El cura nos preguntó si estábamos allí libremente, estaba un poco pesado con ese tema, la verdad. ¡Claro que hemos venido por nuestra propia voluntad! ¿por quién me toma a mí este cura? Dijo que no podía tener al novio atado en la boda. Pues no entiendo por qué no puedo, el pobre solo quiere hacer flexiones en el suelo y así no se casa la gente, eso lo sabe todo el mundo. ¿Acaso se piensa este cura que yo traigo obligado al novio? Para nada, él ha venido por su propia voluntad y está loco por casarse, como yo lo estoy.
Obligué al cura a casarnos de inmediato, la boda se estaba haciendo larga y tenía ya hambre. Al principio no quería pero cuando le enseñé el cuchillo con el que iba cortar la tarta nos dio la bendición y nos casó. Fue un momento mágico. Al novio se le cayeron las lagrimas de la emoción, es que me quiere mucho.
Llamé al fotógrafo y nos hizo una foto preciosa después de soltar a mi ya marido. Posamos muy contentos, yo le agarraba fuerte la entrepierna y apretaba para que no le diese por irse corriendo en mitad de foto. Aisss... si es que nos ha salido una boda preciosa, estamos súper contentos y felices. Todo el mundo nos felicitó y nos dijeron lo emotiva que había sido la ceremonia. Cada vez que lo recuerdo lloro.
Mujer
Pelo: TRUTH - Kaijah
Velo: Persefona - Charlotte Veil (white)
Vestido: -AZUL- Daria /Pearl
Pulsera: [MANDALA] MILKY WAY BANGLEs/polly white
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Cabeza: [AK Deluxe] - Gloria Bento Head
Cuerpo: Maitreya Mesh Body - Lara V4.1
Hombre
Chaqueta, camisa y pajarita:[Deadwool] Peak suit (tux) - jacket - black & midnight
Pantalones: [Deadwool] Peak suit (tux) - trousers - black & midnight
Pelo: Modulus - Pete Hair - Browns
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