Patinar fortalece las piernas

 

Se acercan unos días de fiesta y el cuerpo me pide hacer cosas diferentes. Lo mejor es sacar tiempo para realizar todas esas cosas que hemos dejado aparcadas. De niña me gustaba mucho patinar, pero es de esas cosas que dejas de hacer cuando creces. Llamé a una amiga y la invité a patinar, ella se animó enseguida así que nos pusimos los patines y nos fuimos a una pista de patinaje. Hacía años que no rodaba sobre esas ocho ruedas, pero es que patinar fortalece las piernas y yo necesito tener unas piernas fuertes para atrapar a mi perrillo entre ellas. Bueno, a lo que iba, en la pista había muchos adolescentes, se ve que ahora está de moda ir a patinar y no quedarse en un banco a fumar porros como en mi época. Para mimetizarme con ellos me hice dos trenzas que me daban un aire bastante juvenil y estaba monísima, para que negarlo.

Después de caernos como veinte veces empezamos a dominar un poco la técnica. Cada vez que me caía me daba cuenta que el padre de uno de esos chicos me miraba. Se ve que era un viejo verde, bueno quizás no tan viejo, pero verde era. Cuando giraba se podían ver mis braguitas rosas bajo el vestido. El hombre no dejaba de mirar y cada vez lo hacía con más descaro, incluso se había acercado a la valla de la pista para poder ver mejor. Mi amiga estaba ajena a todo patinando con su gatito que se dedicaba a arañar el parqué de la pista con sus uñas. Después de un buen rato de giros, piruetas y de mostrar mis bragas de forma casual, lo miré directamente a los ojos. Sé que eres un cerdo y me voy a aprovechar. Fui patinando hacía él y me puse delante. ¿Te gusta mirarme las braguitas? -le dije con voz seria mientras acercaba mi mano a la parte de abajo del vestido. Él miró mi mano mientras yo iba subiendo poco a poco casi dejando ver las bragas rosas de nuevo. ¡Dime! ¿Te gusta mirar las bragas de las jovencitas?

Él asintió como esperando que con su respuesta yo subiese más esa falda. Me acerqué más todavía y le susurré al oído que me siguiese. Su polla se endureció bajo el pantalón, se notaba. Él me siguió hasta el vestuario de mujeres. Abrí la puerta para comprobar que estaba vacío y lo empujé dentro. Me acerqué a él y rocé mi coño contra su paquete. ¿Eres un viejo pervertido, no? - él asintió mientras ponía sus manos en mi culo. Era un hombre maduro y me excitaba eso. Abrí los botones de su pantalón y saqué su pene para comprobar su tamaño. No estaba mal. Acerqué mi boca a la suya y pasé mi lengua despacio por esos labios finos. ¿Quieres follarme, verdad? - él dio una embestida para que notase bien la polla y dijo un sí enérgico. Lo eché al suelo de un empujón. ¡Quítame las bragas con la boca! le ordené y el pervertido no tardó ni un segundo en tratar de hacerlo. Le rodeé con mis piernas dejando su cabeza entre ellas y apreté. Lejos de quejarse, gimió al sentir que dos piernas jóvenes y duras lo estaban ahogando. Se agarró a ellas y las apretó. ¿Ves viejo pervertido? Patinar fortaleze las piernas. Y las abrí dejando al vicioso en el suelo mientras me iba a buscar a mi amiga para tomarnos un helado.

 


Vestido: [JUSTICE] DOTTIE OUTFIT

Patines: [N-core] Thigh High Skates FATPACK (con AO incluido)

Poses: [:studiOneiro:] Iceskating /poses/ fatpack (8 poses bento)

Comentarios

LO MÁS VISTO