La coleccionista de Hadas

 

No he sido una persona que haya coleccionado muchas cosas. Era de las que nunca terminaba las colecciones de cromos en el colegio. Un día me dio por coleccionar muñecas de porcelana pero me aburrí rápido y me acababan dando miedo así que decidí coleccionar otra cosa. Como salía mucho por ahí me dio por coleccionar entradas de discos, pubs, conciertos, pulseritas de festivales, posavasos y mierdas varias. Fue un desastre de colección ya os podéis hacer a la idea. Hasta que un día pasó algo curioso que cambió mi rumbo, conocí un hada. Sí, un hada. En nuestro mundo puedes conocer de todo y hadas también. Era un hada pequeña con unas alitas de mariposa rosas y un cabello largo. Típica hada de cuento. Estaba revoloteando en mi jardín y me acerqué a ella. Era tan bonita, delicada y emitía una luz tan especial que enseguida quise quedarme con ella. La atrapé con mis manos, no fue difícil el hada era muy confiada. Vi una jaula en casa y la metí ahí. Esa fue la primera de mi colección de hadas. Daban color a mis noches, me gustaba verlas brillar, cada una tenía un color diferente.
 
Me había hecho experta en atraparlas, con los años se habían vuelto más desconfiadas y no era tan fácil atraparlas así que tuve que refinar mi técnica. Encontré un hada masculino, no tenía ninguno. Me llamó la atención lo guapo que era, los músculos tan bien definidos, sus enormes alas rosas de las que salían miles de destellos y sobretodo me llamó la atención su tamaño. Era enorme, tan grande como yo o más. Llevaba una corona de flores y tenía pene como los humanos. Me acerqué a él con una cesta llena de flores. Perdona que te moleste, veo que tienes alas ¿son de verdad? - le pregunté mientras acercaba mi mano a ellas. Él se alejó un poco. Estoy buscando estas flores para completar mi corona y solo las veo arriba de ese árbol ¿me ayudas? - le señalé la copa de un árbol lleno de una flores rosadas. El hada se acercó y le pasé mi cesta. La cogió decidido y voló para arrancar las flores. Yo lo miraba ensimismada, era diferente a todas las demás hadas y sentía una atracción extraña por él. Era un ser hermoso, con sus flores por el cuerpo, sus músculos definidos, su pene de buen tamaño y unos ojos azul verdoso muy expresivos.

Cuando acabó me dio las flores y sonreí. Mientras me daba la cesta rocé su mano y le miré los pectorales, sabéis que los pezones son mi debilidad. Tenía ganas de acercarme y chuparlos antes de mordisquearlos. Él se dio cuenta de mi deseo y se puso nervioso, me acerqué y puse mi mano en su pecho. Latía como el de cualquier humano, acaricié su pezón con la yema de mis dedos mientras restregaba mi pubis contra su polla que empezaba a ponerse dura con el roce. Era fuerte, acaricié sus brazos. Me bajé los pantalones y salté encima de él para meterme su polla. Él me agarró de los glúteos y buscó la entrada de mi vagina con su polla ya dura. Sus alas empezaron a aletear mientras su polla entraba en mí y nos alzábamos unos metros del suelo. Me agarré fuerte a su cuello mientras gemía y notaba toda esa fuerza entrar en mí. Lo apreté con fuerza y sus alas me rodearon y caímos al suelo. Caí encima de él mientras follábamos como animales. Nunca imaginé que un ser tan delicado tuviera esa fuerza. Lo agarré de las manos mientras llegaba al orgasmo. Él estaba a punto de correrse cuando lo até de las muñecas. Lejos de asustarse se puso más cachondo y se corrió  al instante gruñendo como una bestia y llenando mi coño de una lefa flourescente. Puse mi coño en su cara  casi aplastándolo. ¡Límpiame! Él limpió mi coño con su lengua mientras yo sacaba un gag del fondo de la cesta. 
 
Cuando acabó se lo puse sin darle tiempo de reaccción.  Forcejeamos, le di varios golpes en la cara,  en el abdomen, hasta que le pegué una patada en sus huevos y quedó vencido. Até una cuerda a su cuello y me lo llevé a casa. Él trataba de volar y parecía una cometa rosa en medio del cielo. Se había dado cuenta que estaba atrapado, ahora era mi prisionero. Vió las demás hadas enjauladas y empezó a emitir sonidos tras ese gag. Le metí en una jaula dorada. Eres un afortunado, la tuya es más grande - le dije mientras lo miraba allí atado y vencido. El hada agachó la cabeza y suplicaba tras ese gag. No le entendía nada y me daba igual. Vas a ser mi exclavo sexual - le dije. Voy a follarte cuando quiera, usaré tu polla a mi antojo y haré de ti lo que se me antoje en cada momento. El hada trataba de mover sus alas pero no podía. Eres la joya de mi colección y como una joya rosada te voy a tratar - le dije mientras apretaba mis pechos contra los barrotes. Él alzó la vista y los miró. Sé que te excita ser mi exclavo sexual hada - le susurré mirando su polla que se estaba poniendo morcillona. Le acaricié el rostro limpiando la sangre de sus labios y llevándola a mi boca. Chupé mis dedos saboreando su sangre y mirándolo a los ojos. Estamos unidos hada y ahora tú eres mío.

 

Pelo: [Moon] Hair Primary // - Rosier 

Flores pelo: [kotte] - hellebore crown - pink 

Outfit: {ViSion} - Amaya Set @ Uber Event

Tattoo: [DO INK] Tattoo Printemps Asiatique - @ Unik

Comentarios

LO MÁS VISTO