Perrito juguetón

 Cuando llegas a casa una de las cosas que más alegría te genera es cuando ves que tu perro viene corriendo hacia ti moviendo su rabito lleno de alegría. Yo le acaricio la cabeza y dejo que me lama las piernas. Es sentir su lengua en mi piel y no sé por qué me dan ganas de estrujarlo y claro, lo estrujo. Lo aprieto contra mi mientras sigue lamiendo sin parar. Como a veces se pone un poco pesado le ordeno parar y se queda quieto a cuatro patas mirándome con ojos tiernos para dar pena. Ya sabéis que a mi perro lo tengo muy mimado así que al final le consiento para que vuelva a acercarse. Me persigue por toda la casa mientras yo me voy desnudando. Me gusta tirar la ropa sobre él, noto como la aspira impregnándose de mi olor, ya se sabe que los perros tienen muy desarrollado el olfato. 

Cuando me quedo en ropa interior mi perrito juguetón empieza a mover su rabo contento. Ya no es un rabo mustio, sino que va creciendo conforme yo me quito la ropa. Al tumbarme para relajarme él me mira y noto como su rabo se pone duro. Entonces hago un chasquido con mis dedos y mi perro viene. Coloco mis brazos detrás de la cabeza dejando las axilas a la vista. Él viene y acerca su lengua despacio para dar largas lamidas en ellas. Me excita sentir su lengua en mi axila, es una mezcla de placer sexual y cosquillas. Noto como sus babas dejan un rastro en mi piel, como su respiración cada vez es más agitada, como su nariz se clava en mi piel. Lo cierto es que tengo que poner a prueba mi aguante para no lanzarme sobre él y abusar de esa polla que después de lamer y lamer está como una piedra. Pero aguanto, por que el placer que me genera sus lamidas y notarlo tan excitado es mayor que meterme esa piedra en mi coño. Soy rara ¿que le voy a hacer?

Lencería: [JUSTICE] Alivia Lingerie Fatpack

Zapatos: [N-core] ENDLESS Fatpack

Pose Yhesy: [PosEd] Feeling Provocative

 

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