Un masaje gratuito

 Ya sabéis que tengo un trabajo muy ajetreado aunque al ser vocacional se lleva mejor. Tenía programada una cita en una cafetería con un cliente. Para no perder el tiempo, antes  de reunirnos les hago depositar en una cuenta bancaria a mi nombre una cantidad con muchos ceros. Así sé quien va enserio y de paso voy a la entrevista mucho más receptiva. Cuando entré a la cafetería me fijé en la mujer del fondo, estaba bastante nerviosa y no dejaba de mirar el móvil. Me acerqué a ella y dejé sobre la mesa una tarjeta rosa, la mujer debía darme otra igual, así sabía que era mi cliente. Estaba tan nerviosa que se le cayó la tarjeta a suelo delante de mis pies. Yo la miré sin hacer el mínimo gesto por agacharme a recogerla. La mujer se levantó y cogió la tarjeta del suelo. Me encanta cuando se inclinan delante de mi, no lo puedo evitar. Me dio la tarjeta nerviosa y me senté con ella. Disfruté unos instantes de su torpeza para abordar el asunto, podría haberle facilitado las cosas y haber hablado yo, pero me encanta cuando se ahogan en su propia mierda.

Me contó que tenía que hacer desaparecer a su masajista, me dio todo lujo de detalles, horarios, gustos y hasta algunas perversiones del objetivo. Para hacer exploración de campo me pasó una tarjeta para realizarme un masaje gratuito ¿Quieres saber el motivo? - me preguntó mientras me miraba las manos. El motivo me da igual - le dije dándole una tarjeta con un número de cuenta - en dos horas quiero la mitad en esta cuenta, el resto cuando esté acabado el trabajo, invitas tú al café. Me levanté y antes de llegar a la puerta ya tenía un aviso de que estaba la trasferencia hecha. Como esa tarde no tenía nada que hacer me preparé para visitar al masajista. La mujer me había contado que le excitaban las chicas con pinta de rata de biblioteca, pero que resultasen ser unas putas. Recogí mi pelo, me puse gafas, me vestí como su fuese a ir a la misa de las siete y me llevé mi bolso con varias sorpresas dentro.

Llamé al timbre y me abrió un chico moreno, guapo y con demasiada laca en el pelo. Lo miré a los ojos y apoyé en su pecho la tarjeta del masaje gratuito. De paso aproveché para tocarle los pectorales, estaba bastante fuerte cosa que me complicaba mi trabajo. Me preguntó si tenía alguna dolencia, le comenté que las cervicales las tenía muy mal mientras me tocaba la nuca. Me pidió que me quitase el jersey de cuello alto. Lo miré a los ojos y me lo quité dejando mis pechos al aire y un gran tatuaje. El masajista se sorprendió. ¡Vaya, que gran tatuaje! me has sorprendido -me dijo mirando mis pechos desnudos. Le sonreí y me senté en la camilla. La tensión sexual se notaba en el ambiente. También tengo los gemelos algo doloridos ¿me quitó los pantalones? -pregunté con voz inocente. El masajista asintió con la cabeza mientras en su entrepierna crecía un bulto. Miré con descaro y le lancé a la cara los pantalones. Después de eso en menos de un segundo estábamos los dos pegados comiéndonos la boca. Le bajé los pantalones para ver esa polla con mis ojos, era normal, pero gordita, como a mí me gustaban. Me agaché y empecé  pasar mi lengua por ella. No soy muy aficionada a comer pollas pero esta vez la situación lo requería.

El masajita empezó a gemir cuando me metí su polla entera en la boca y con mi mano le agarraba fuerte de los huevos. Presioné ligeramente con mis dientes su glande mientras lo miraba. Quiso quitarme las bragas y le di una patada. ¡Quítamelas si puedes!-le contesté dándole otra patada. ¡Eres una chica mala! me decía mientras se le ponía dura como una piedra. No lo sabes tu bien, guapo -le dije empujándole contra la pared. Me rocé contra su polla y lo agarré fuerte del pelo. Me gusta el sexo salvaje, le dije mientras dábamos tumbos por la habitación. Saqué una fusta de mi bolso, él estaba desamiado cachondo para plantearse por qué llevaba una fusta encima. Le di unos fustazos donde pillaba.  Le gustaba que lo dominaran, pero le gustaba luchar. Entre golpe y golpe acabamos subidos en la camilla de masajes. Lo atrapé entre mis muslos y le puse la fusta en la boca y apreté, él la mordía mientras me miraba entregado. La quité de su boca y fui bajando hasta su cuello, apreté dejándole sin respiración, estaba excitadísimo. Cuando se quiso dar cuenta, ya era demasiado tarde, ya era mío. El trabajo estaba hecho.


 Tattoos: [Juna] Aoki Tattoo - @ Secret Garden

Camilla Masajes y Decoración: [Xplicit] Massage Table Set 

(204 anims • It's not mine • Aeros & Physics • F/M/MF)

* Animación usada de Massage Table, solamente añadí mi fusta

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